Por Julio Alvarez Sebastián
Una Mirada a los árbitros trujillanos
Una de las aristas principales de nuestro fútbol es lo relacionado a los árbitros, parte integral del problema futbolístico. Ocurre que en nuestro país el arbitraje es de un nivel netamente amateur y eso también atenta contra una mejor producción en su labor. En nuestra ciudad el tema arbitral va llegando hasta límites casi insostenibles hasta el punto que este año, el torneo de la segunda división se paralizó por falta de pagos; el torneo de ascenso ingresó a un túnel sin salida, ante esta situación y la negativa de los árbitros trujillanos por realizar una rebaja a su tarifa, se buscó una salida adicional para superar este problema; los delegados de la segunda división de la Liga Distrital de Fútbol de Trujillo decidieron programar sus partidos correspondientes a las últimas fechas con árbitros de Chimbote.
La Comisión Departamental de Árbitros de La Libertad mostró su incomodidad por la decisión de la liga, aceptando la misma con la condición que éstos árbitros sean de primera y que hayan aprobado la evaluación correspondiente al año 2010. La división de ascenso optó por esta salida, porque la tarifa impuesta de manera poco racional por los árbitros trujillanos se ha vuelto impagable. El elevado costo del arbitraje, el pago impuesto por el alquiler del estadio por los sesudos señores del IPD La Libertad de 200 nuevos soles por fecha, sumado a la escasa asistencia de los aficionados a los escenarios, complica la situación.
Hablando de costos, diremos por ejemplo que, en Chimbote los árbitros cobran mucho menos en su liga, la tarifa que ellos tienen para sus respectivos torneos es la siguiente: Primera División (100 nuevos soles), Segunda División (50 nuevos soles) y Tercera División (35 nuevos soles), cifras que difieren de manera clara con los precios de los árbitros trujillanos para las mismas categorías: 120 nuevos soles (Primera División), 96 nuevos soles (Segunda División) y 85 nuevos soles (Tercera División); además se tiene que pagar 80 nuevos soles en Trujillo (en Chimbote no existe este pago) al dichoso inspector, cuya labor resulta por demás ineficiente e inútil para nuestros torneos.
El problema no sólo es la elevada tarifa, sino el bajo nivel que muestran en su labor; errores de conducción, de condición física, de aplicación de la regla, etc., es común en nuestros torneos. Es el momento de sincerar los cobros de los arbitrajes en el fútbol trujillano, los mismos tienen que estar acorde a nuestra realidad, los precios actuales se impusieron de una manera por demás arbitraria por quienes manejan la realidad de nuestro balompié y en complicidad con complacientes dirigentes que poco hicieron para cautelar los intereses de los clubes.
Una de las aristas principales de nuestro fútbol es lo relacionado a los árbitros, parte integral del problema futbolístico. Ocurre que en nuestro país el arbitraje es de un nivel netamente amateur y eso también atenta contra una mejor producción en su labor. En nuestra ciudad el tema arbitral va llegando hasta límites casi insostenibles hasta el punto que este año, el torneo de la segunda división se paralizó por falta de pagos; el torneo de ascenso ingresó a un túnel sin salida, ante esta situación y la negativa de los árbitros trujillanos por realizar una rebaja a su tarifa, se buscó una salida adicional para superar este problema; los delegados de la segunda división de la Liga Distrital de Fútbol de Trujillo decidieron programar sus partidos correspondientes a las últimas fechas con árbitros de Chimbote.
La Comisión Departamental de Árbitros de La Libertad mostró su incomodidad por la decisión de la liga, aceptando la misma con la condición que éstos árbitros sean de primera y que hayan aprobado la evaluación correspondiente al año 2010. La división de ascenso optó por esta salida, porque la tarifa impuesta de manera poco racional por los árbitros trujillanos se ha vuelto impagable. El elevado costo del arbitraje, el pago impuesto por el alquiler del estadio por los sesudos señores del IPD La Libertad de 200 nuevos soles por fecha, sumado a la escasa asistencia de los aficionados a los escenarios, complica la situación.
Hablando de costos, diremos por ejemplo que, en Chimbote los árbitros cobran mucho menos en su liga, la tarifa que ellos tienen para sus respectivos torneos es la siguiente: Primera División (100 nuevos soles), Segunda División (50 nuevos soles) y Tercera División (35 nuevos soles), cifras que difieren de manera clara con los precios de los árbitros trujillanos para las mismas categorías: 120 nuevos soles (Primera División), 96 nuevos soles (Segunda División) y 85 nuevos soles (Tercera División); además se tiene que pagar 80 nuevos soles en Trujillo (en Chimbote no existe este pago) al dichoso inspector, cuya labor resulta por demás ineficiente e inútil para nuestros torneos.
El problema no sólo es la elevada tarifa, sino el bajo nivel que muestran en su labor; errores de conducción, de condición física, de aplicación de la regla, etc., es común en nuestros torneos. Es el momento de sincerar los cobros de los arbitrajes en el fútbol trujillano, los mismos tienen que estar acorde a nuestra realidad, los precios actuales se impusieron de una manera por demás arbitraria por quienes manejan la realidad de nuestro balompié y en complicidad con complacientes dirigentes que poco hicieron para cautelar los intereses de los clubes.
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